miércoles, 22 de julio de 2015

Qué ves cuando me ves.-

Bienvenidas, vacaciones!!!!! Finalmente, llegaron. Aunque hubo un receso en el medio, eran necesarias estas vacaciones de estar en casa, de hacer mandados, de ocuparme de las cosas que nunca puedo, de salir con Santi sin tanta locura rutinaria, sino siguiendo su propia locura que vale decir no es poca.
Desde la última vez que escribí, no sé si cambió mucho el panorama, pero sí cambió mi mirada. Estoy más tranquila (dentro de lo que significa la tranquilidad para mí, no?) , menos enojada y un toque más resignada con respecto a algunas cosas. Es lo ideal? No creo. Pero ayuda a sobrellevar mejor lo que no tiene posibilidad de transformación. Al menos, por el momento. Por ende, me dejo llevar más por la alegría y las ocurrencias de Sancho aunque a veces, me saque de vicio. Sin dudas, es mucho más divertido.
Para sumar más caos a la montaña rusa de esta loca familia, adoptamos a Pancha. Pachi, como ayer le dijo Santi. Fue inesperado no sólo por el momento sino por el impulsor de la idea. Analizando, eran más pros que contras. Amor no falta. Y Lucy también necesitaba una compañía para todas las horas en las que estamos ausentes. Es una negrita hermosa, con carácter y juguetona. Si lo pienso bien, estamos un poco locos porque seguimos sumando responsabilidades. Sin embargo, lo vimos como algo que puede sumar. Como más amor para dar a alguien que lo necesita. Lucy la cuida y la persigue porque es más pesada que collar de heladeras y Sancho está enamorado. La acaricia con suavidad, le juega. Un amor.
Esta llegada me hizo acordar a algo que le pedí a mi marido que escriba para mi blog. Lo iba a usar para otra entrada pero realmente creo que describe a la perfección mi día a día. Debo decir que es mi mejor observador y que cuando lo leí por primera vez, me reí mucho por el detalle con el que describió no sólo mi personalidad sino un día cualquiera en mi vida. Aquí va! ( Les dejo su blog para que se pasen cronicasetereas.blogspot.com ) 

Hace unas semanas le pedí a mi esposa que si tenía ganas y tiempo me escribiera algo para el blog. Los que sea. NO importaba la temática, o si no tenia nada que ver con las anteriores entradas mías. Yo quería algo de ella.
Le costo un poco y a los pocos días me paso por Word el texto que había escrito. UN texto muy lindo donde hablaba un poco de sus mambos en cuando a fiaca vs. Responsabilidades y de cómo a veces no la ayudábamos, ni el niño ni yo. Yo especialmente.
La cuestión es que por este pedido que le hice a Vanina me metí en un brete. Ahora viene el pago en retribución. Ayer me comento que quería que yo le escriba algo. Una tarea sencilla, pensaran. Pues no. Me pidió que le escribiera un texto donde yo le contaba a alguien como es ella. Que la describa así la otra persona se puede dar una idea de cómo es. MI pregunta ingenua fue: te describa todo, todo? Como si le contara a alguien como sos? Lo bueno y lo malo? La respuesta fue clara: - si.
Si me preguntan esta es una tarea titánica, solo para aguerridos y personas sin miedo... a nada. Por qué? Porque es complicado a veces describir a una persona que primero y principal, vive con vos todos los días. Y se preguntaran, no es más fácil así? No. Porque también tengo que convivir con ella después de haberla descrito, y si encontró algo que no le gusto, o algo que no valore, o algo que le hiere el orgullo? Estoy exagerando, Vanina no es tan mala. A veces.
Vanina es complicada a veces. Cuando hablamos de cosas serias, a veces le molesta que piensen distinto que ella y se enoja. Pero eso es común en casi todas las personas. Tiene un carácter fuerte, muy fuerte cuando se enoja y pierde los filtros. Puede llegar a decir cosas muy hirientes. Pero eso también es común en muchas personas. Cuando se enoja no puede parar de maquinar, le cuesta poner una pausa para poder tratar de pensar mejor las cosas. Es testaruda, mal hablada, y hasta el punto que a veces es insoportable. Es desordenada con sus cosas. A veces deja pilas y pilas de ropa en una silla, pero si me olvido de levantar algo, no lavo los platos o desatiendo algún que hacer, hace planteos tales como “vos acá nunca hacés nada”. Lo malo es que también es hiperactiva, siempre con el culo inquieto hace todo, todo, todo, incluso las cosas que te pidió que hagas y después también te reclama que no haces nada. Pero esto, también es común en todas las esposas.
Qué es lo que hace a Vanina, Vanina. Es desinteresada, siempre va a ver lo bueno de las personas, a pesar de que estas le estén pisando la cabeza. Le gusta estar encima de la gente, preocupándose, viendo que siempre estén bien y haciendo lo posible porque así lo estén. Ama profundamente a su familia. NO es buena cocinera, pero siempre se esfuerza por hacer lo mejor para nosotros. Es alegre. Es despistada. Nunca se acuerda de las pelis que vimos o de episodios de la vida misma. Pero sí se acuerda de si hice o no hice algo. Ama muchísimo lo que hace, y se esfuerza cada día por dar lo mejor para sus chiquitos. Necesita que la feliciten o le demuestren lo necesaria e importante que es. Es dedicada con todo, con su trabajo, con la casa, con su familia, con nosotros. Es una buena amiga. Es comprensiva. Y se banca todas. A veces demasiado, yo le digo que no es bueno que siempre se guarde todo. Si yo me enojo por todo, que me lo diga antes o después no hace la diferencia, no? Le gusta leer, le gusta viajar, le gusta las películas y pasar tiempo con la gente a la que quiere. Lo que no sabe es manejar los tiempos para hacerlo. NO puede dejarse llevar, ser libre.
UN día de Vanina es. Dormir todo lo que se pueda. Y si es más mejor. No siempre tiene un buen humor a la mañana. Mejor dicho. NO tiene un buen humor a la mañana. En vez de ir preparando las cosas por etapas hasta tener todo listo para dedicarse a despertar a Sancho. Medio prepara todo, y después está corriendo buscando todo lo que falta a último momento. Con mucho cariño y esmero viste a Santi, le da el desayuno y lo lleva al jardín. Allí se encuentra con otras mamás con las que compartir su día a día y sus penurias de ser mamá. Siempre le gusto y quiso ésto, saber que no es la única loca o que solo a ella le pasa lo que le pasa. Además de que le encanta compartir tiempo con otras personas. (Algo que nunca voy a entender). Luego de dejar al niño corre hasta el laburo porque no le gusta llegar tarde, ni justo. Necesita llegar 10 minutos antes porque así le da tiempo de preparar sus cosas y estar lista para las clases. Con mucho esmero enseña a sus alumnos dejando todo lo que su paciencia puede. Viendo cada detalle. Conociendo en profundidad las cualidades de cada uno sus alumnos, a pesar de que son como 90 creo. Pero cuídense de cuando la paciencia se acaba y explota. Es buena compañera.  A veces es despistada o no sé si es que no quiere ver la verdadera persona de las personas, se confía y termina perdiendo. NO le gustan los chismes y que traten mal a otros. Sobre todo cuando no se pueden defender o son buenas personas. Pero no puede exteriorizar o le cuesta decir lo que piensa por miedo al que dirán o por si le trae consecuencias futuras. (Lo que le pasa a la mayoría de las personas) lo que no entiende es que se condiciona la vida,  y el tiempo y las ganas que le pone a todo lo que hace. Cuando viaja, aprovecha para leer o si puede escuchar radio. Ya no tengo una referencia de que música escucha en realidad porque se mixo conmigo. Y se volvió muy variada. Escucha metal, rock, pop, bizarreadas o canciones de nenes. Llega a casa de la mamá para buscar a Santi siempre con la esperanza de que la reciba al grito de  “mamaaa” y con los brazos abiertos. Sintiendo que es la recompensa a un día complicado. Escucha a su mamá, conociéndola de pe a pa. Aconsejándola. Ayudándola. Esos minutos que pasa tomando mate con la madre es lo que más le gusta. Porque siempre la extraña y la ama muchísimo. A pesar de que no se lo diga todo el tiempo. Ella tiene una relación de amor odio  con todo. NO quiere que le rompan las bolas, pero quiere que le estén encima, luego vengo yo a buscarlos para ir a casa. Ella se aguanta muchísimo empezar a contarme de sus día por miedo a atosigarme de cosas. Pero no se aguanta mucho. Habla con tanto amor de sus chicos. Con tanta bronca de las injusticias que ve. Y con muchísima pasión de temas triviales como los chimentos de la tele. Cuando llegamos a casa la charla sigue. A pesar de que me conecto a mis dispositivos electrónicos. Ella me habla, pero no de cargosa. Quiere compartir, tiene mucho que compartir. Y espera que yo haga lo mismo. Lo que ella nunca se da cuenta es que mientras su vida se ve de colores la mía es siempre gris hasta el momento que llego a casa. Nada interesante puede pasar en un trabajo donde se repite lo mismo día a día. A pesar de que me gusta mucho lo que hago. Entonces, intenta llamar mi atención y queriendo que me desenchufe para poder compartir algo en familia mientras yo sigo viendo si el nivel de mi Spiderman es el correcto para pelear con Wolverine en el juego de marvel de la tablet. En el mientras ella prepara el mate, cambia a Santi y si ya había pensado que ibamos a comer, empieza a sacar cosas de la heladera para descongelar. Me habla, y como no tiene alguna respuesta No monosilábica mía, sigue. Acomoda las cosas de la habitación, ve si hay algo de ropa para lavar o descolgar y deja entrar a la perra. Ese amor que tiene con ese bicho insoportable nunca lo voy a entender. Porque a veces solo la entra para retarla. No la saca a pasear, se olvida de limpiarle su lugar o abrirle la terraza. NO es tan metódica como puedo ser yo a veces que ya tengo una serie de cosas planeadas. Pero a veces es por despistada más que por poco interés. En fin. Entre medio de corregir, ordenar un poco, fijarse que la perra no toque nada, preparar la comida, servirme mate y jugar con Santi. Intenta otra vez entrablar una conversación conmigo. Es importantísimo para ella comunicar y obviamente recibir respuesta todo el tiempo. A diferencia de mí que solo me gusta hacerlo a veces.
Bien mi periodo de conexión termino así que voy a lavar las cosas que no se lavaron de ayer, pero ya lo hizo ella. La ropa? Ya lo hizo ella. Abrir a la perra? Ya está, cocinar? Listo. Si si. Muy tarde lo mió. Pero yo funciono de otra forma. Si? Entonces. Ella se ocupo de todo. Intento comunicar, no recibió respuesta y arregló todo. Y seguro esta molestisima y hierve de rabia. Pero no me lo va a decir por miedo a que me enoje. Y obvio que me voy a enojar, a nadie le gusta que le digan lo que no hace. Pero eso no quita que tenga razón. Así que el que yo me enoje no debería ser su impedimento de contarme las cosas que le molestan, pero así lo hace y se lo guarda. Hasta que un día finalmente explota.
Seguimos. Juega con el nene, corrige y cocina. Se baña y se pone linda (más linda) y trata una vez más de hablar conmigo. Porque ella es muy perseverante. Consigue alguna que otra respuesta quizás menos monosilábica. Pero no le basta. Así que pergenia en su mente temas de interés en los cuales pueda conseguir que yo pueda expresarme con mi lógica irrefutable, o con argumento en los que pueda usar muchísimas palabras. Porque sabe que me gusta ese tipos de cosas. Y al menos consiguió que hablara un poco más de algo y deje de estar conectado al celular-tablet-televisor. Y eso la deja satisfecha.  Chequea los mensajes del grupo de padres, siempre es importante no perderse de nada para seguir en tema. Habla cos sus amigas para no perder contacto. A pesar de que pienso que son todas unas dormidas y que ella es la única que se preocupa por no perder su amistad. Con miedo a molestarme me da algunas indicaciones para limpiar, lavar o acicalar al nene para ir a dormir. Consigue unas miradas y gruñidos míos que le da más razón para pensar que me molesto. Pero logra el cometido esperado. Hago algo.
Nos acostamos. Me abraza esperando que mis brazos reconforten un poco más lo que fue su día, pero solo reciben una luz fuerte de la tablet. Cuando se da vuelta para dormir. Siente mi cuerpo calentito abrazándola. Se siente feliz, se duerme y ronca como un tiranosaurio rex. Pero duerme al fin..

No hay comentarios:

Publicar un comentario